REPUBLICA DOMINICANA SE SUMO A LA CLERTIC
Los motivos más que importante de la creación de la entidad Latinoamericana y Caribeña resultan claras en una entrevista al Ing. Domingo Urbáez
Nación caribeña, divertida, musical, con todos los atractivos turísticos que uno puede imaginarse, solidaria. Resguardada sus costas en la capital Santo Domingo de fortalezas para rechazar tropas colonizadoras. Algunos recordamos, además, que Dominicana fue, casi a la par con Perú, el primer país hermano que ofreció hombres, soldados, voluntarios, para ayudarnos en la guerra de Malvinas. Hay cosas que no se olvidan, nunca.
También con muchas necesidades, desigualdades, dificultades para resolver los servicios esenciales que en su mayoría son estatales. Son muchos los que opinan que la existencia –hoy trabada su creación- de Cooperativas para coadyuvar a resolver los servicios esenciales sería un gran aporte. En ese sentido el entrevistado apunta a que la CLERTIC puede ser un elemento fundamental para mejorar la calidad de vida ahí y en otros países de la Patria Grande.
Esta es una nota que le encargamos a nuestra redactora, para darle continuidad a una serie de artículos similares de las naciones que se sumen a la entidad que nos lleva a soñar y desear un mejor futuro más inclusivo y solidario, que hable no sólo de energía y telecomunicaciones, sino de todo lo que ocurre según ellos, como es cada país, que nos cuenten sus protagonistas como están, quienes son. El deseo de conocernos más es sano, nos ayudará a interactuar. Y caray si lo logró nuestra periodista… Si la nota hubiera sido presencial en lugar de virtual, hubiera hecho falta un libro, no una revista apoyada en la web, para narrar todo…
A continuación la entrevista, disfrútenla. LDC.
INTRODUCCION
Quisiera compartirle la alegría de que, a través suyo, la República Dominicana forme parte de la Conferencia Latinoamericana y Caribeña de Energía y Telecomunicaciones Rurales – Tecnologías de la Información y la Comunicación (CLERTIC). Por ello, quisiéramos presentarlo en sociedad y agradecemos que nos reciba virtualmente.
En primer lugar, ¿podría contarnos cuál es su desempeño laboral actual?
Hasta el año 2020 fui director de Seguridad Energética de la República Dominicana que se encuentra supeditada al vice Ministerio de Seguridad Energética e infraestructura del Ministerio de Minas. Dicho ministerio se creó en el 2013, pero su ejecución fue a partir de julio de 2014. Desde el rol de director que asumí de noviembre de 2014 hasta diciembre de 2020 estaba encargado de la seguridad energética del país, mientras que otro colega era responsable de la división de infraestructura. Lo que buscábamos en esta función además de la seguridad energética, propiamente dicha, era lo vinculado a las regulaciones y normativas, porque aquí se hacen muchísimas instalaciones energéticas. Cuando decimos instalaciones energéticas no nos referimos solamente a energía, si no lo que tiene que ver con todo lo que compone el sector energético de la República Dominicana: instalaciones de almacenamiento de combustible, transporte de combustible y, sobre todo también, el mercado de combustibles, porque sin combustible no podemos hacer ni generar nada. El otro colega, por su parte, se enfocó en la salvaguarda de las infraestructuras críticas energéticas, tanques de almacenamiento de combustible y planta de generación tanto térmica como de energías renovables.
En República Dominicana no se evalúa a nivel de profesionalidad cuando hay cambios de gobierno. Es por eso que el año pasado nos desvincularon, pero nosotros seguimos trabajando a través de nuestra industria, de las empresas privadas del sector energético y también estamos asesorando a otras instituciones que tienen que ver con el mercado.
Ud. sabe que en todos los países enero es como el mes de acoplar, de poner las cosas en su orden y ya estamos iniciando los contactos para colaborar y proponer a la gente que trabaja con gas y petróleo. También estamos coordinando con una persona que se encuentra dentro del sector de las instalaciones de energías renovables, específicamente, la eólica.
Pocos datos de nuestro interlocutor, sus motivaciones y cargos
¿Y cómo surgió la vocación por su profesión?
Yo vengo de un pueblo de la frontera norte con Haití que se llama Restauración, estamos como a 4 kilómetros de la capital, en la provincia de Dajabón. Recuerdo que de pequeño un primo tenía en su casa muchos alambres finitos que poníamos en su patio de una marca a otra como antenitas en envases de metal los que funcionaban como transformadores y ahí hacíamos como una especie de distribución. En ese tiempo allá por el año 75 o 76 estaban haciendo el sistema energético en mi municipio, antes era con un sistema aislado. Entonces por ahí me vino la venita de ser y de trabajar en la parte de la ingeniería eléctrica. También teníamos un sistema de telecomunicación, una radio que contaba con un circuito cerrado para el municipio. Era como una cabina. Teníamos bocina en la parte del parque, la gente iba a escuchar su música y el director, que era un técnico muy bueno, tuvo la idea de hacer un circuito también de teléfonos y desde el parque nos llamaban a la cabina para saludar a su gente. A veces hasta los poníamos al aire… por ahí arrancamos.
Cuando terminé el Bachillerato vine a una ciudad que se llama San Pedro de Macoris que está como a 70 kilómetros hacia el este de la capital y me hice Técnico en electrónica, inicialmente. Cuando terminé, llegué a Santo Domingo y fui a la Universidad Autónoma de Santo Domingo y me gradué de Ingeniero eléctrico en 1995.
Duré unos 14 años en una industria dominicana metalúrgica y pasé por varios peldaños. Desde que inicié en la parte administrativa, antes de terminar la universidad y, después pasé a una planta de acería. Luego fui gerente de una plata de producción de oxígeno para el sistema de acería y, más tarde, cuando esa planta se cerró por asunto del alto consumo de energía, porque el horno era eléctrico, me mandaron a la planta de laminación. Esa planta tenía la producción de lo que son los aceros para la construcción y varillas de todo tipo.
En el 2011 pasé a una institución del estado que ese llama Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (OISOE). Después de que salí de la metalúrgica, fui a esa institución que es la encargada de supervisar todos los proyectos que se construyen en el país y desde la Subdirección eléctrica controlaba los proyectos que se hacían en la zona deportiva, en los recintos universitarios, en los parques, las iglesias, entre otros. Y de ahí entonces fue que salí al Ministerio de Energía y Minas RD con la porción eléctrica que le expliqué inicialmente.
Cómo es República Dominicana
No conozco República Dominicana así que me vendría bien que me explique ¿cuáles son las características que mejor podrían describirla?
Nosotros estamos en el Caribe y como todo país caribeño tenemos muchísima gente agradable, personas que siempre están pensando en ayudar a los demás. Nosotros compartimos con el Caribe la Isla de Cuba, de Puerto Rico y Jamaica. Estamos ubicados en la coordenada 17 36 y 19 58 en latitud norte y en la 68 19 y 72 01 desde la longitud oeste. Contamos con 31 provincias y 1 Distrito Nacional que tiene como capital a Santo Domingo. Nuestro idioma oficial es el español y el sistema de gobierno es el republicano. Originalmente compartimos con Haití 1/3 parte de este territorio que es la Isla Española. Nosotros ocupamos en total 48.070 kilómetros cuadrados. En el último censo, que ya estamos fuera de contexto porque se hacen cada 10 años, teníamos 9,4 millones de habitantes.
Nuestra principal fuente económica es el turismo, porque estamos en una isla rodeada de mar. Tenemos playas en todos los lugares del norte, del este y parte del sur de la isla y son un paraíso. Eso es lo que vendemos como República Dominicana y lo que le decía que el ciudadano dominicano es muy alegre. Nosotros tenemos unos ritmos musicales que es el merengue y la bachata que son los íconos de la música dominicana. Si usted ve o escucha una bachata es que están bailando y que hay bebidas alcohólicas porque están celebrando algo, un cumpleaños, un bautizo, una boda, lo que sea, pero aquí se celebra todo como corresponde !!!!
Hay turismo de montaña, turismo ecológico y el de playa que es el que más se vende, porque tenemos para los turistas el sistema de todo incluido en los hoteles. Entonces haces un pago que contrata bebida, comida y todo lo que son atracciones internas dentro del hotel. Los conocidos como “all inclusive”
Otra actividad económica importante es la agropecuaria, ya que producimos uno de los cacaos más importantes del mundo que se vende a Italia, Alemania y Francia. De allá luego nos venden los chocolates que elaboran con nuestro cacao.
También vendemos café, aunque allá por los años 70 uno de los rubros más importantes era la producción de azúcar, pero ya ha bajado mucho. De las producciones estatales han quedado 2 o 3 y las del sector privado sólo producen para exportar.
Cómo afectó la Pandemia a este país caribeño
En este sentido ¿cómo considera que afectó la pandemia al país?
Nos afectó mucho. La mano de obra dominicana tiene muchísima industria y dentro de ella está la industria de zona franca que son miles de empleos y muchas han tenido que cerrar. Primero en el 2020 no conocíamos lo que era la pandemia, incluso ni la potencia la conocía y, tuvimos casi que empezar de cero. Muchas industrias tuvieron que cerrar totalmente, otras cerraron el 50% de su capacidad de producción, otras se quedaron solamente con el 25% o el 30% funcionando. Esos empleados salieron a la calle, porque fueron despedidos, porque sus empresas no podían producir para pagarles y el gobierno tuvo que hacer un sacrificio económico para darles un subsidio y así evitar que hicieran fechorías.
Cerraron los aeropuertos y los puertos y como no se podía ni hacer importaciones ni exportaciones de materia prima, muchas industrias rambién cerraron. Como le decía el primer rubro importante del país es el turismo y al no abrir los hoteles desde marzo hasta agosto, tuvimos muchos problemas. Todavía hay hoteles que no han abierto a su capacidad plena, mientras que otros no han podido todavía entrar a la cadena de servicio.
A nosotros nos afectó demasiado. Ya tenemos 3.000 personas fallecidas y más de 200.000 contagiadas, porque al inicio tampoco existían insumos para hacer las pruebas y eso fue un punto de implosión. Nos dio a nosotros en un año electoral. En febrero tuvimos que cambiarla para marzo y las presidenciales que se iban a hacer en mayo, tuvimos que moverla para julio. Eso no fue en el mejor momento.
Actualmente se inició el proceso de vacunación y estamos con eso. Decidimos darnos una vacuna desde China y ya han sido casi 800 vacunas para comenzar. Se han hecho unas líneas de primera naturaleza, los médicos, las enfermeras y después serán las personas mayores de 60 años. Así lo van haciendo escalonado.
Hacia dónde va el sector energético
Creo que a nivel local, nacional e internacional la pandemia trajo una crisis económica muy grande que me hace incluso recordar a cuando aconteció la caída de la bolsa de Wall Street. A nivel epidemiológico podríamos citar a la Gripe A, pero no fue tan grave ni contó con la propagación masiva del virus a esta escala. Más allá de lo que menciona como consecuencia del COVID 19, ¿cómo ve el desarrollo del sector eléctrico?
La República Dominicana en el año 2001 tenía una capacidad instalada de 13.000 megavatios caracterizada por las energías primarias producidas por los combustibles del petróleo. Teníamos un 34% en fluoruro número 6, un 33% en fluoruro número 2, un 11% de producción de carbón, un 6% de la combinación de fluoruro número 6 y número 2 y un 16% de hidroeléctricas.
Ciertamente tenemos un problema con las hidroeléctricas, porque a veces hay unos años que han sido atípicos porque vienen con tiempo de sequía, no hay mucha lluvia, las presas bajan su nivel y esa agua se almacena. El primer nivel es para el consumo de la población; el segundo para la agricultura, la producción de la agricultura y; el tercero, para la generación de electricidad. Si no se cumple con los niveles en los que está pautada, primero para el consumo de la persona y después para la producción agropecuaria, no se puede generar energía. Hemos tenido muchos años así. En los últimos 5 años, solamente 2 años han sido verdaderamente beneficios para la producción de hidroeléctrica. Después toda la producción tiene que venir de lo que son los combustibles fósiles, principalmente.
Como estamos en una isla y no hay producción de petróleo, tenemos que comprarlo y cada vez que se incrementa su precio nos afecta la economía al tener que dejar de dar servicios de salud o de calidad en la educación para resolver el desarrollo del país, porque la energía es la fuente principal para el transporte, la industria, los servicios de casas urbanas y rurales.
Todo esto cambió. En el 2019 ya teníamos una matriz energética diferida. Se incrementó de casi 1.000 megavatios a 4.025 megavatios instalados. De eso seguimos con el 16% de hidroeléctrica, pero ya hay un cambio importantísimo que tiene que ver con la inyección del gas natural y el incremento de la producción de energía a partir del carbón. El gas natural y el carbón ya pasaron a ser los principales recursos energéticos para producir energía, ya tenemos más de un 30% de esos dos rubros y también lo que va a la parte de las energías renovables que no hemos llegado hasta donde queremos, pero hoy, una parte importante de producción de energía es a partir del viento (eólicas) y del sol (fotovoltáicas).
¿Cuáles son los desafíos que cree que quedan por afrontar en el sector?
Nosotros como especialistas en la materia en la parte que tiene que ver con los estudios que hemos hecho en la planificación energética, en el tiempo que dirigí Minas y ahora de manera independiente, estamos apostando en primera línea a la producción de energía a partir del gas natural, porque hasta ahora tiene una existencia de más de 100 años y vamos a tener gas natural por más de 100 años. Los precios todavía son constantes, aunque entendemos que, a futuro, mientras más demanda tengamos a nivel mundial del gas natural, los precios subirán, pero no van a llegar nunca a los precios que tiene el petróleo.
Lo propio que hacemos, en segundo lugar, es el carbón mineral. Hoy hay muchos países que tienen muchas minas de carbón mineral y que lo venden a precios razonables. Entonces entramos en lo que tiene que ver con las energías renovables como país.
República Dominicana forma parte del Acuerdo de Kyoto y propusimos como objetivo para el 2030 tener una capacidad instalada de energía renovable al 25% en nuestra matriz. Eso nos dice que si ahora mismo tenemos 4.000 megavatios de capacidad instalada para el 2030 tenemos que llegar por lo menos a 1.000 para llegar a un 25%. Pero el problema que tenemos con las energías renovables y que por ello muchos países han tenido que revisar sus planes de instalación está en la tecnología que nos está dando un frenazo porque no nos permite avanzar en el rango que queremos. Las energías renovables no son sostenibles en el tiempo. Lo que quiere decir que una unidad de generación eólica es inestable, porque hoy podemos tener un día de viento espectacular, pero mañana no sabemos qué va a pasar. Entonces esa tecnología no nos permite acumular o utilizarla a plena capacidad con el viento que tenemos. En algunos países están cambiando la orientación de las torres eólicas, los Euromotores, hacia donde viene el viento. Lo mismo ocurre con los paneles solares, se pueden cambiar los grados para que siga la ruta del sol. Ejemplo, aquí tenemos solamente 6 horas útiles para la producción de energía fotovoltáica, porque a partir de las 10 de la mañana hasta casi las 4 de la tarde es el momento de gran potencia del sol, pero estamos perdiendo desde las 6 de la mañana hasta las 10 más o menos y después desde las 4 de la tarde hasta las 6:30 de la noche que ya todavía tenemos sol, porque nuestros paneles son fijos y sólo siguen el trayecto natural del sol. En algunos países están haciendo paneles que se mueven, gradualmente, buscando la dirección del sol para tener 10 o 12 horas de producción.
Todo esto lo están viendo las autoridades que están dirigiendo ahora mismo el país. Hay muchos proyectos que se quieren construir en la República Dominicana, pero sabiendo que vamos a vender mucho de la capacidad que se instale en características de placas. Si bien se instalará con esa condición 100 megavatios, obteniendo un 47 o 50% de su capacidad de producción.
¿Hay similitudes con los países latinoamericanos?
Sí, muchos países están teniendo esa misma problemática y otros han apostado por las renovables a partir del viento y del sol y le han sumado, la parte de las hidroeléctricas. Hay muchos países que han hecho coordinación para hacer unas grandes centrales hidroeléctricas y compartir la energía que se produce. Es el caso de Argentina y Paraguay y Brasil que tienen su sistema hidroeléctrico compartido. También en la parte de centro América y creo que una parte llega hasta México y ellos también comparten su producción de energía. Los excedentes que tenga cada país se lo venden al que tenga deficiencia de producción. Tiene, así, un sistema de interconexión, sistema inter – estado.
Las inexistentes cooperativas y su posible aporte
A lo largo de su trayectoria ¿mantuvo algún tipo de vinculación con alguna cooperativa?
No, aquí en la República Dominicana todavía la optimización o la normativa que registra a las cooperativas eléctricas no ha tenido éxito. Yo creo que ha habido una parte de desinterés de las autoridades y creo que hay muchas personas e instituciones que podrían trabajar en cooperativas eléctricas.
Uno de los problemas que tenemos nosotros como país son las pérdidas eléctricas de distribución. Yo estaba participando de una actividad de una de las distribuidoras y me estaban diciendo que estaban un 22 o 23% de pérdidas entre técnicas y no técnicas. Pero que ahora, en la pandemia, las pérdidas van por el 50%. Las instituciones del sector eléctrico de distribución tuvieron que cerrar sus sistemas de movilidad pueblo por pueblo, que iban en camiones para cobrar y las cobranzas han caído.
Creo que es importante que las cooperativas puedan insertarse. Yo decía siempre en los escenarios en los que participaba que, si usted, hace una cooperativa o pone a un equipo a trabajar en la parte de recaudaciones, ya tienen un punto a su favor, porque como ya nos conocemos todos y yo sé quién paga y quién no paga. Es más fácil.
Recién mencionaba que no hay cooperativas eléctricas en el país, entonces, ¿se encargan las PyMEs o el gobierno?
Las PyMEs tienen que tener un incentivo inicial del gobierno, un punto de inicio. Hay muchos colegas que conozco que tienen la intención de participar, pero no encuentran una brecha, una puerta abierta para poder entrar, porque hay muchas de esas distribuidoras que quieren llevarse toda la parte del pastel. Sin embargo, se están llevando la parte del pastel que no tiene nada, porque la gente no paga. A veces les hacen cortes por morosos, pero igual buscan la forma de conectarse ilegalmente. Si tuvieran una comunidad. Un equipo encargado de los cobros y otro técnico para que cuando haya alguna avería o algún cliente nuevo, no tengan que esperar que la distribuidora demore por venir de una comunidad alejada y con ello perder tiempo y dinero.
Ya tuvimos malas experiencias con algunas empresas internacionales que dirigieron el sistema de distribución. Ahora se encarga el estado, porque las que estaban antes supuestamente iban a ser la salvación y la solución del problema, pero no pudieron hacerlo y por eso el gobierno tuvo que subsidiar gran parte de los consumos de los sectores. La solución para el problema creo que está en el modelo de la cooperativa que es diferente.
Los por qué de la CLERTIC
Efectivamente. El actual presidente de FECOSUR Dr. Antonio Roncoroni suele decir que la clave del cooperativismo reside en la presencia que es un camino que hay que recorrer y hay que buscar siempre para la comunidad. En este sentido ¿cómo surgió la idea de participar en la CLERTIC?
Yo conocí al Sr. don Luis (Carbonell) a través de la secretaria del vice Ministerio de Energía y Minas, la común amiga Yulissa Baez Soto que estaba con nosotros allá cuando me mandó un correo que ellos enviaron sobre la propuesta. Pasé mis datos para que me escriban y conocer bien cuál era el proyecto y así fue que nos conocimos inicialmente. Estamos dando estos primeros pasos y creo que se pueden hacer muchas cosas en nuestros países. Todos tenemos para aportar.
Supongamos que se encuentra reunido con referentes de PyMEs y especialistas de energía, comunicación y TICs que se enteran de la creación de la CLERTIC, ¿qué mensaje les transmitiría?
Lo primero que les diría es que tengan confianza. Confianza para compartir sus conocimientos y aprender de las experiencias que han tenido las cooperativas en otros países.
Sería bueno iniciar en la República Dominicana ese tipo de proceso para que las cooperativas eléctricas puedan insertarse en la cadena de distribución y comercialización de energía del país. Hay muchas probabilidades, hay mucho pie para iniciar proyectos en la parte de colaboración, en la parte de puestos de trabajo para conectar con cada comunidad y podríamos solucionar el problema de las pérdidas de distribución de energía que ya anda en el 50%, porque con esa reducción de pérdidas ya el estado no tiene que subsidiar 1.000 millones de pesos y eso podría usarse para el sector salud, el sector educación y para la construcción de casas ambientales para quienes estén en condición de pobreza. También en telecomunicaciones, en internet tenemos muchas falencias y cuestiones a resolver y la experiencia en páises hermanos nos puede resultar de suma utilidad.
Muchísimas gracias, ha sido muy claro y cálido a lo largo de la entrevista. Sepa que nosotros también estamos a disposición, avanzando de a poco con la definición del estatuto de la CLERTIC. En tanto eso esté listo, podremos plasmar estos y más proyectos con cada país de nuestra amada América Latina.
Gracias. Aprenderemos de la experiencia que tienen ustedes por el asunto de las cooperativas eléctricas el que es un paso importante para el desarrollo del país. Igual que con las TICs. Estaré siempre a su disposición. Me saluda a don Luis y hasta el próximo contacto.
Agustina de Castro Paz