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CAMPAÑA DE CABASE EN LOS MEDIOS

Recomendaciones y definiciones sobre el consumo, uso y utilidad de Internet en las comunidades de todo el país.

La Cámara Argentina de Internet tuvo una fuerte presencia en los medios frente a la incertidumbre que genera el consumo masivo de Internet producto de la cuarentena.

Desde la voz del ing. Ariel Graizer – su presidente – se pudo plantear la postura frente a la infraestructura, el consumo y las proyecciones no sólo de las grandes compañías de las grandes ciudades, sino también de la conectividad en cada localidad del país donde son cooperativas y pymes las que brindan los servicios.

Con respecto a este tema desde NUESTRA REVISTA hacemos un breve resumen de las opiniones emitidas desde CABASE.

El tráfico de Internet creció entre un 20 y un 25 por ciento. «Este incremento los registramos los fines de semana, en especial, en el horario nocturno, impulsado por el consumo de video, pero también por la demanda generada por los videojuegos. Pero más allá de esta tendencia, por ahora no vemos una modificación significativa en la curva de consumo» dijo Ariel Graizer a medios nacionales.

Con respecto a los consumos, la red está preparada para el consumo hogareño de video HD, que es el principal factor que impulsa la curva creciente todos los años. En los últimos días también identificamos que el trabajo diurno no afectó de forma significativa al tráfico«, agregó Graizer.

En detalle, el directivo cree que la mayor dificultad está en el plano offline, como en las cuestiones operativas de las pymes y empresas con sus empleados. «Existen desafíos en la logística del uso de computadoras portátiles y otros temas operativos. Pero en cuanto al software, el uso de escritorios remotos, una herramienta utilizada en la modalidad de trabajo home office, consume muy poco comparado al video HD», dijo el presidente de CABASE.

LA ECONOMÍA ARGENTINA FRENTE AL TELETRABAJO

Alberto Fernández en una reciente entrevista habló de la incertidumbre, de lo que no sabemos, del futuro y su incierta forma en la que se asume la necesidad de contemplar una forma diferente de producción y distribución de bienes y servicios, ahora que lo necesario y lo importante se nos ha mostrado tan efectivamente.

“No sabemos – dijo el presidente Fernández – si la educación a distancia se va a imponer, no sabemos, si el comercio electrónico no va a ser la forma de consumo del futuro; y el trabajo que quede manual sean grandes espacios en donde se embalan y se envían productos, y todo es logística…”

Como no lo sabemos, y no lo sabe el presidente de La Nación tampoco, es que nos preguntamos si la infraestructura del país nos lo permite; si la  manera en que están realizadas las conexiones nos permiten el trabajo y en tal sentid. Al respecto, el presidente de CABASE es claro. Según datos del segundo semestre de 2019 de la Cámara Argentina de Internet, el 70% de los hogares del país tienen acceso fijo a Internet de banda ancha como parte de un paquete asociado a otro servicio del proveedor. El porcentaje de hogares con conexión varía: hay provincias donde es inferior al 50%, y las más relegadas en el ranking son Catamarca (30,9%) y Formosa (30,10%).  Graizer dice que faltan «mayores inversiones en infraestructura para homogeneizar calidad y precios. En el interior del país la tarea es llevada adelante por pymes y cooperativas”.

La velocidad de conexión evolucionó fuertemente en los últimos años. A mediados de 2015 el mercado estaba dominado por velocidades de 1 a 6 megabits por segundo (Mbps). Hacia septiembre de 2019 las conexiones superiores 6 Mbps llegaron al 60,4% del total. Para Graizer hace falta «mucha más participación» de las conexiones que vayan a velocidades de 30 a 50 Mbps y más. Y para eso es clave el desarrollo de la infraestructura de redes de fibra óptica que lleguen a los hogares.

La importancia de la fibra óptica es una latente en todas las cooperativas y pymes del interior, donde se han realizado inversiones en los últimos años que vuelven inminente la llegada a todos los puntos del país.

La velocidad de conectividad es indispensable para pensar la manera en que se organiza el teletrabajo, no sabemos cómo será la forma de la producción en el futuro,  pero sí somos conscientes que el futuro no era como imaginamos.

La economía argentina como la mundial todavía no está trabajando en lo que sabemos; nos queda por trabajar como serán los vínculos, las maneras en que la distancia puede producir pero las condiciones parecen las apropiadas para hacerlo.

Con respecto al consumo y aunque el colapso total de la red está descartado, lo que sí puede ocurrir es que -con miles de familias cumpliendo cuarentena en su domicilio y una dependencia total de Internet para el trabajo y el entretenimiento- durante las horas de mayor afluencia, el servicio puede sufrir algunos altibajos. Para evitar esta saturación, es crucial la solidaridad y realizar un uso responsable de los recursos.

Las medidas adoptadas por el Gobierno para evitar la expansión del virus están produciendo alteraciones en el tráfico de Internet cotidiano. Por el aislamiento obligatorio, el amperímetro de Internet marcó una suba que va del 22% al 25% de tráfico constante, sin embargo, la curva de uso sigue el mismo patrón de los picos nocturnos. Lo que significa que la actividad hogareña por ahora no registra niveles críticos en el acceso.

“El contexto es dinámico, de modo que estamos monitoreando la evolución de esta situación en tiempo real. Por los análisis realizados, hasta ahora, el comportamiento del tráfico y la capacidad que tiene la infraestructura de conectividad argentina, no vemos que haya riesgo de caída o degradación del servicio. Pero si es necesario, dado que el aislamiento de casi toda la población en sus hogares es un escenario inédito, un uso responsable de los recursos”, sintetizó Ariel Graizer a medios nacionales.

Ante un posible pico para los próximos días, desde CABASE argumentan que la premisa inicial y seguirá siendo mientras dure la cuarentena por lo menos, fue superar los fines de semana largos. Porque como experimento social, ni siquiera en días de grandes tormentas o feriados nacionales hubo un porcentaje tan alto (cercano al 90%) de gente conectada, durante tanto tiempo, en plan de recreo.

“En los días restantes, gran parte de la gente dejará de consumir entretenimiento digital y se abocará al teletrabajo, una tarea que requiere menos datos. Lo que implica que el estrés de la red se irá reduciendo paulatinamente”, afirman.

LAS MEDIDAS DEL ESTADO NACIONAL

Por la parte de las medidas el Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM) acordó con Netflix Latinoamérica una reducción de la definición en sus contenidos. “Luego de evaluar la situación, la compañía decidió comenzar a reducir los bitrates en todas las transmisiones nacionales, lo cual reduciría la cantidad total de ancho de banda utilizada en un 25%. El compromiso es mantener está condición durante 30 días, volviéndose a evaluar pasado ese período de tiempo”, explican desde el ENACOM.

Si hay dispositivos que se conectan a Internet en la casa, desactivar aquellos que no sean necesarios. Sobre todo los celulares, ya que muchas aplicaciones siguen activas en segundo plano y se descargan actualizaciones.

Los programas de almacenamiento en la nube son algunas de las herramientas que más Internet exigen. Especialmente aquellas que tienen activada (desde los que guardan imágenes hasta los que realizan una copia de seguridad) la sincronización automática.

Las de herramientas de ocio de los jóvenes, como juegos online, las descargas directas de archivos o el uso de redes torrent para series y películas, reservarlas para los horarios de menos tráfico. La franja sugerida comprende desde la medianoche hasta las ocho de la mañana.

Para quienes están en situación laboral remota, las operadoras recomiendan adoptar software de colaboración como Teams o Slack, basadas en texto, en lugar de abusar de las aplicaciones de videoconferencia, que consumen mucho más ancho de banda.

Internet antes de lo previsto se convirtió en el máximo canal de producción nacional y mundial. Las operaciones financieras, bancarias, el consumo masivo y específico, todos las maneras en que las sociedades se manifiestan y organizan sus actividades corre sobre versiones digitales de comunicación.

La existencia de datos, contenidos e infraestructura para dar la respuesta que requieren todas las localidades, parece ser una fuente de organización ante el derrumbe de las lógicas previas al coronavirus.

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