REFLEXIONES PARA LA INTEGRACIÓN Y LOS SERVICIOS ESENCIALES PARA TODOS
De la CLER a la CLERTIC
¿En qué estás pensando? Y digo que hoy por hoy me pregunto: ¿para qué estamos, cual es el sentido de las cosas que hacemos?.
Hay frases como la que aparece al abrir Facebook que son icónicas, que disparan muchas respuestas. La utilizamos para iniciar esta nota y puse la respuesta que ronda permanentemente por mis pensamientos. Es bueno mirar para adentro de uno y reflexionar lo que siente, lo que piensa, lo que dice y lo que hace, creo.
A algunos nos llegan las dudas ya siendo veteranos, a otros de jóvenes y, lamentablemente, a otros nunca. O simplemente miran su ombligo y no alrededor. No está ni bien ni mal, cada uno hace lo que puede y como le sale.
La pandemia a unos les saca lo mejor; y a otros lo peor que tienen en su interior. Y como no somos quienes para autocalificar lo nuestro, simplemente volcaré algunas ideas que me brotan y no cesan de aparecer, que tal vez le puedan interesar a algunos y juntos avancemos en un derrotero común, me encantaría el poder hacerlo y ver que a esta altura, para algo todavía estamos…
Tal como pensé – y brindé algunas charlas y sostengo que sigue vigente- creo que como las cooperativas de electricidad tienen su encargado de redes, por ejemplo, y las de telecomunicaciones, su responsable de las líneas fijas o internet, todas las entidades solidarias deberían tener su encargado de comunicación, de prensa. Porque es sabido el papel cada vez mayor que juega la difusión en todos los órdenes.
También dije, y sentí realmente, que una de las cosas más hermosas o importante y fructíferas que hice profesionalmente en mi actividad periodística, fue el divulgar lo que hacía la CLER, la Conferencia Latinoamericana de Electricidad Rural. Lo que hacía era difundir los temas y alternativas que se producían en el seno de esta entidad multinacional de nuestro continente para llevar la luz, una simple lamparita, a los lugares más recónditos de toda la Patria Grande. Cómo mejorar ese servicio tan elemental que es la energía eléctrica.
De ella participaban los Estados de varios países hermanos y vecinos, sus Ministerios o Secretarías de Energía, las Universidades y las Empresas estatales y privadas vinculadas. Y por supuesto en primer lugar como fogoneros del tema estaban las Cooperativas. Había representantes de la inmensa mayoría de las naciones latinoamericanas.
No se utilizaba el término brecha en esos años, pero en sus foros y encuentros anuales- en distintos países en forma rotativa- eso era lo que se debatía: como llevar la luz, con todo lo que implica que haya energía en todos los hogares y localidades para evitar las diferencias entre los que podían tener acceso a ella y los que no.
Los logros y avances en varias de las naciones intervinientes, producto del intercambio de experiencias y apoyos multilaterales, fueron importantes. Pero aún falta mucho por hacer. Increíblemente no hay luz en todos lados. O mínimamente no está actualizado ese servicio, que como todo lo tecnológico puede y debe “aggiornarse”. La globalización llegó a muchas actividades, pero no para todos…
En la actualidad el COVID 19 puso sobre el tapete la brecha digital. Está claro para la gente de bien que hay que reducirla, es impostergable. Todo, pero todo todo, ahora pasa por las telecomunicaciones, por internet.
Y me pregunto desde mi humilde lugar de comunicador y organizador de eventos: ¿no sería bueno u oportuno dar algunos pasos para intentar conformar algo así como la CLERTIC, que sería como un foro actualizado de la CLER al cual le agregaríamos Telecomunicaciones e Internet?
Todo progresó; las cooperativas son cada vez más múltiples en sus servicios, y unos se complementan con otros.
Esta “idea loca” de la CLERTIC me surgió y replicó internamente muchas veces después de ver que entidades solidarias de energía de nuestro país, nucleados en FACE, estaban conversando e intercambiando ideas con los hermanos chilenos de FENACOPEL.
Y ahí nomás se vincularon en mis ideas las entidades para las cuales tengo el honor de colaborar y hacer actualmente algunos emprendimientos: FECOSUR y CABASE.
Y surgieron muchos nombres propios de personas en mí memoria, algunos están aún, otros ya no. Fueron cientos los profesionales, los dirigentes, funcionarios o simplemente ciudadanos de la mayoría de los países latinoamericanos intervinientes que participaron e interactuaron en pos de la electrificación en las zonas rurales. No nombro a ninguno porque pecaría con algunos olvidos y no alcanzaría este espacio para nombrar a tantos. Pero cada uno de los que participamos de la CLER no nos olvidamos, estoy seguro, y podemos apoyar su revitalización ampliada, si les parece.
Hoy, es tiempo de pensar y hacer. Es un deber y deseo de muchos el reducir las brechas. En lograr la igualdad de oportunidades y acceso similar a todos los servicios, es algo que la ética requiere. Reducir las diferencias entre los seres humanos, que no existan las grietas ni las fronteras en estas cosas lo deseamos casi todos.. . ¿Y si lo intentamos?.
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